Toda una lucha
Es una realidad a la que se enfrentan la mayoría de papás de esta época pues al intentar que sus hijos las coman, vienen las peleas y el estrés. ¿Cómo lograr que las vean como su comida favorita?
“Las generaciones pasadas crecieron comiendo frutas y verduras, porque muchos papás las inculcaban y así sus hijos se habituaban a ellas, o porque sencillamente era una obligación ingerirlas, y para no ganarse un regaño, los hijos las comían sí o sí.
Pero en esta época la decisión de qué comer o no, se las dejamos a los niños. Y lo grave es que ellos no entienden lo que es saludable y lo que no”, afirma la nutricionista pediátrica Juliana Mejía.
Permitirles a los niños decidir sobre sus comidas es tal vez el error más grande que están cometiendo los papás de hoy, unos porque no quieren hacer de esos momentos una pelea y otros por temor a que no coman nada y entonces es mejor que coman lo que les gusta, porque ‘algo es algo’.
¿Cómo empezar?
La experta recomienda que desde temprana edad se les diga a los niños que al comer frutas y verduras van a tener un cabello tan lindo como el de los papás, una piel bella, sin barros ni espinillas, se van a sentir con energía, no les va a doler el estómago, etc.
El ejemplo es esencial
A los niños se les puede pedir que no tomen gaseosa, si en casa esta nunca falta en nevera. Los buenos hábitos deben ser aplicados por todos los miembros de la familia.
Hay que esforzarse
Habituar a los niños a la comida natural demanda tiempo y dedicación por parte de los adultos, pero hay que hacerlo si queremos que nuestros hijos tengan buenos hábitos.
Organizar una agenda para mercar, cocinar y dejarles menús hechos en casa es un esfuerzo que se va a notar en una mejor salud para todos.
Estrategias Efectivas
Menú Ideal
Tres raciones de fruta al día.
La primera en ayunas porque es la que prepara el cuerpo para todo lo que viene.
La segunda a media mañana en su lonchera. Debe ser una fruta resistente al movimiento para que no llegue fea al colegio: ciruela, manzana, durazno, uvas.
El jugo después del almuerzo también es una gran opción, ojalá con buena fruta, espeso y apenas con una cucharadita de azúcar o mejor sin ella.
En la tarde otra porción de fruta como onces pueden ser unas fresas con leche condensada.