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Feliz mes de las Madres

En este mes de mayo, tenemos una columna muy especial, dedicada a la alimentación de las mamás modernas, esas que trabajan incansablemente, cumplen con amor con cada una de las labores del hogar y, además, tienen que estar cada día más bellas, porque así lo exige la sociedad.

Una mujer entre los 20 y los 50 años requiere, en promedio, unas 2.000 calorías para mantenerse bella y saludable

¿Cuál es la receta ideal?

Tenga en cuenta que un buen desayuno es una fórmula magistral para que el peso y la energía sean de calidad. “No pique la comida de sus hijos” mientras ellos desayunan o comen. Usted necesita sus propios alimentos. No vaya al trabajo sin su primera comida. Si su día comienza de prisa, ponga en la licuadora una taza de leche descremada, un banano y dos cucharas de avena. Este delicioso batido, cuya preparación es en segundos, le dará energía vital para una ardua mañana. No olvide que alimentarse entre comidas mantiene activo su metabolismo y le permite llegar a las comidas principales sin tanto apetito: lleve siempre una fruta, un yogur o una barra de granola al trabajo.

Ahora, si usted es de esas mujeres que comen frente al computador, regálese un momento y haga una pausa. Comer frente a la pantalla desactiva los sistemas de captación de saciedad de los alimentos, es decir, usted ni siquiera se da cuenta de lo que come. Si no tiene tiempo de almorzar, un sándwich casero es una buena alternativa. Utilice pan árabe o pan integral con atún, jamón o pollo y algo de verduras. Y para terminar, no se salte las cenas con la falsa premisa de que comer por las noches hace subir de peso. Procure comidas ligeras como cremas de verduras, ensaladas o proteínas blancas, como pescado o pollo. Evite, eso sí, los carbohidratos refinados, las carnes rojas y, en lo posible frutas y los postres.

Bueno, ¿y estas recomendaciones sirven también para una embarazada? Claro que sí. Los cuidados referidos anteriormente tienen en cuenta a las mamás gestantes, quienes, además, deben recordar que se alimentan para dos, no por dos.

¡No lo olvide: coma saludable y viva bien!

  • Tenga en cuenta que un buen desayuno es una fórmula magistral para que el peso y la energía sean de calidad. 
  • “No pique la comida de sus hijos” mientras ellos desayunan o comen. Usted necesita sus propios alimentos.
  • No vaya al trabajo sin su primera comida. Si su día comienza de prisa, ponga en la licuadora una taza de leche descremada, un banano y dos cucharas de avena. Este delicioso batido, cuya preparación es en segundos, le dará energía vital para una ardua mañana.
  • No olvide que alimentarse entre comidas mantiene activo su metabolismo y le permite llegar a las comidas principales sin tanto apetito: lleve siempre una fruta, un yogur o una barra de granola al trabajo.
  • Ahora, si usted es de esas mujeres que comen frente al computador, regálese un momento y haga una pausa. Comer frente a la pantalla desactiva los sistemas de captación de saciedad de los alimentos, es decir, usted ni siquiera se da cuenta de lo que come.
  • Si no tiene tiempo de almorzar, un sándwich casero es una buena alternativa. Utilice pan árabe o pan integral con atún, jamón o pollo y algo de verduras.
  • Y para terminar, no se salte las cenas con la falsa premisa de que comer por las noches hace subir de peso. Procure comidas ligeras como cremas de verduras, ensaladas o proteínas blancas, como pescado o pollo.
  • Evite, eso sí, los carbohidratos refinados, las carnes rojas y, en lo posible frutas y los postres.

Bueno, ¿y estas recomendaciones sirven también para una embarazada? Claro que sí.

Los cuidados referidos anteriormente tienen en cuenta a las mamás gestantes, quienes, además, deben recordar que se alimentan para dos, no por dos.

¡No lo olvide: coma saludable y viva bien!

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